Curva de la Bañera: qué es, sus fases e importancia en el mantenimiento

En este artículo, exploraremos la Curva de la Bañera, sus tres fases principales y cómo aplicar esta estrategia para controlar tus activos.

En este artículo, exploraremos la Curva de la Bañera, sus tres fases principales y cómo aplicar esta estrategia para controlar tus activos.

El análisis de la Curva de la Bañera se basa en el seguimiento del ciclo de vida de un producto, equipo, etc. y se puede aplicar en diversas áreas, incluido el mantenimiento.

Si aplicamos este concepto en el área de mantenimiento, que es nuestro enfoque, seguramente provocará varios impactos positivos en tu gestión. Esto se debe a que proporciona una visión clara sobre cuándo y por qué falla el equipo, lo que te permite implementar estrategias de mantenimiento más efectivas.

En este artículo, exploraremos la Curva de la Bañera, sus tres fases principales y cómo aplicar esta estrategia para controlar tus activos. ¡Compruébalo!

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¿Qué es la Curva de la Bañera?

La Curva de la Bañera es un gráfico que representa la tasa de fallas de los equipos en función del tiempo. Tiene este nombre precisamente por la forma que representa su gráfico, es decir, la forma de una bañera. Esto se debe a que sus datos comienzan acentuados, luego mantienen la estabilidad y, al final, se acentúan nuevamente.

curva de la banera engeman - Curva de la Bañera: qué es, sus fases e importancia en el mantenimiento

El gráfico de la curva de la bañera tiene como objetivo monitorear el ciclo de vida de un activo para poder analizar la tasa de fallas durante su vida útil.

Evidentemente, esta tasa de fallas está directamente relacionada con la gestión del mantenimiento. Porque, cuanto mejor sea la gestión del mantenimiento, menor será la tasa de fallas y en consecuencia mayores serán las posibilidades de alargar la vida útil de los activos.

¿Cuáles son las tres fases de la Curva de la Bañera?

Básicamente un producto o equipo pasa por 3 fases en su vida útil.

1ra fase

La primera fase se llama “Mortalidad Infantil, que significa “Fallas Prematuras”.

Estas fallas prematuras pueden ocurrir por varias razones:

  • Fallas de montaje;
  • Fallas de proyectos;
  • Fallas operativas por desconocimiento, etc.

Por tanto, el nivel aumenta al inicio de la curva de la bañera.

2da fase

La segunda fase corresponde a la etapa de vida normal del activo. Seguramente habrá fallas, sin embargo, si se respetan las condiciones de uso y se realiza un mantenimiento adecuado, el activo seguramente tendrá mayor confiabilidad y disponibilidad de uso.

En el gráfico, este trecho está compuesto por la fase de vida más larga del activo, también conocida como fase de “vida adulta”.

3ra fase

En la última fase de la vida del activo es el momento en el que más aparece el desgaste, es decir, la vida útil va terminando y estos números de falla impactan nuevamente en la gráfica. Esta es la fase de “Desgaste”.

En la práctica, este es el momento en el que serán necesarias algunas acciones más drásticas, como sustituir componentes o incluso desactivar el equipo. Este análisis es responsabilidad del gestor de mantenimiento.

¿Cómo reducir fallas y aumentar la vida útil de los activos?

Una vez equipado con esta información sobre las fases de vida de un activo, es necesario tener en cuenta cómo afrontar cada fase, para no sólo alargar su vida útil, sino también mantener la salud del negocio.

Una industria que necesita sus equipos a plena capacidad para no impactar su producción hará todo lo posible para mantener los equipos en funcionamiento el mayor tiempo posible.

Sin embargo, debe tener en cuenta que respetar el tiempo de parada de la máquina para el mantenimiento programado, por ejemplo, extenderá la vida útil de tu activo y esto es bueno para tu negocio, ya que solo necesitarás reemplazar ese activo o componente cuando realmente sea necesario, esto no se hará prematuramente.

Por lo tanto, no basta con presentar un gráfico que explique el ciclo de vida del activo, es necesario tomar acciones para reducir las fallas prematuras, mantener las fallas mínimas posibles en la fase adulta y mitigar el desgaste resultante de la fase final, reduciendo así los costos.

Ve algunas acciones que se pueden tomar en cada fase del ciclo de vida del activo, para mitigar la cantidad de fallas:

Fase de Mortalidad Infantil

1- Reducir la frecuencia de mantenimiento: Como la fase inicial requiere mucho cuidado, lo ideal es monitorear de cerca el nuevo activo. Ya hemos visto que en esta etapa hay muchas incidencias de errores por no saber cómo funciona el activo, entre otros. Por tanto, planificar inspecciones periódicas es fundamental para evitar ‘fallas prematuras’.

2- Seguir los consejos del fabricante: Es fundamental utilizar el manual del fabricante para comprender el ciclo de vida del activo y así programar el mantenimiento correctivo, preventivo y predictivo en el momento correcto. 

3- Mantener en stock las piezas esenciales para el mantenimiento de emergencia: este consejo es de oro si deseas evitar paradas no deseadas del equipo. Mantener en stock las piezas correctas, recomendadas por el fabricante, es esencial para un mantenimiento asertivo.

Fase de la Vida Adulta

1- Realizar lo básico: Así es, realizar mantenimiento preventivo e inspecciones periódicas es lo básico para mantener la salud de tu activo. Muy parecido al ejemplo que citamos sobre la necesidad de cada individuo de comer bien, dormir y practicar actividad física.

2- Realizar mantenimiento predictivo para identificar anomalías: Está comprobado que el mantenimiento predictivo tiene un gran impacto en la vida útil del activo. Mediante mediciones y correcciones puntuales, muchos problemas se detectan a tiempo. ¡Es como tu examen anual de control para asegurarte de que todo está bien! 

3- Seguir los procedimientos: A la hora de programar el mantenimiento, es fundamental enumerar los procedimientos que se realizarán para cada tipo de mantenimiento. ¡Una especie de lista de verificación realmente!

4- Realizar una inspección de calidad: Ciertamente si se respetan los procedimientos tu inspección tendrá calidad ya que el inspector analizará todos los puntos de inspección teniendo en cuenta:

  • Las condiciones recomendadas por el fabricante;
  • Los puntos de control previstos en los planes de mantenimiento;
  • Manejo del equipo operativo;
  • Manejo del personal de mantenimiento, etc.

Fase de la última fase de la vida del activo

1- Prestar mayor atención al equipo: Al ser esta una fase que requiere atención total por parte del activo, es fundamental regresar con mantenimientos e inspecciones periódicas en un corto período de tiempo. Incluso aplicar la técnica TPM, por ejemplo, para que los propios operadores sepan identificar algunos problemas críticos.

2- Concientizar a todos sobre la fase crítica del equipo: Sabemos que cuanto más se acerque al final de su vida útil, más fallas aparecerán. Es natural que el desgaste se presente en un periodo de tiempo más corto que en la vida adulta, por ello, a la hora de presentar indicadores, es fundamental tener claras las particularidades de cada equipo.

3- Entender cuándo ha llegado el momento de descarte: Llega un momento en el que, a pesar de tus esfuerzos, será necesaria una medida drástica, como la inactivación de equipos o una inversión para reemplazar algunos componentes de alto costo, etc. 

Es papel del equipo de gestión analizar en qué momento las medidas para alargar la vida útil de los activos dejan de ser viables.

¿Cómo calcular la Curva de la Bañera?

No existe una fórmula exacta para calcular la Curva de la Bañera, ya que su construcción proviene de la recopilación y análisis de datos de fallas a lo largo del tiempo. Es posible realizar cálculos como MTBF (Tiempo Promedio entre Fallas) para que los datos se puedan obtener y representar gráficamente.

La visualización resultante de la Curva de la Bañera mostrará una alta tasa de fallas al principio, una tasa baja constante durante la vida útil y una mayor tasa de fallas en la fase de desgaste. Este proceso ayuda a identificar fases e implementar estrategias de mantenimiento adecuadas para cada fase.

¿Cómo ayuda Engeman® con el análisis de la Curva de la Bañera?

Para ayudar en este análisis, es fundamental contar con informes e indicadores de mantenimiento precisos.

Utilizando una herramienta especializada en mantenimiento, el gestor tendrá a mano todos los medios para analizar la curva de la bañera, así como poner en práctica los consejos mencionados anteriormente.

En nuestra solución puedes seguir:

  • Gráficos de disponibilidad;
  • Cuadros de confiabilidad de los equipos;
  • Informe de indicadores de mantenimiento que presenta el tiempo promedio entre fallas y el tiempo promedio de reparación (MTBF y MTTR);
  • Análisis de incidencia para detectar el motivo de las fallas;
  • Registrar cada procedimiento y así realizar inspecciones de calidad;
  • Evaluar las actividades realizadas, entre muchas otras funcionalidades ideales para el mantenimiento.,

Combinar técnicas como la Curva de la Bañera con software CMMS/GMAO como Engeman® garantiza el éxito de tu negocio y una larga vida útil de tus activos.

¿Quieres ponerlo en práctica en tu empresa? ¡Programa una demostración con nuestro equipo!

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