Entre los factores que son decisivos para el éxito de una empresa, el mantenimiento es sin duda uno de los principales. Mantener todo el equipo en perfecto estado de funcionamiento permite que la producción se desarrolle sin interferencias y produzca artículos de calidad. Así, todos los clientes serán atendidos sin retrasos y la reputación de la empresa será positiva en el mercado. Esto asegura la competitividad y el éxito de la organización.
Pero si su empresa sufre retrasos y problemas de mantenimiento, ¡sepa que está en serios problemas! Sus gestores deben prestar atención a los procesos de mantenimiento si quieren garantizar la confiabilidad y disponibilidad de sus equipos. Para ello, la mantenibilidad de los equipos es un factor suficiente para garantizar el éxito de sus procesos en el sector del mantenimiento.
Pero, ¿qué es esto de la mantenibilidad? Tranquilo, en este post te explicaremos todo y hablaremos de su importancia en el mantenimiento de activos. ¡Disfruta leyendo!
¿Cuál es la definición de mantenibilidad?
Entender los procesos de mantenimiento es esencial dentro del contexto de la industria. Con los equipos funcionando, es natural que en algún momento necesiten ser intervenidos para asegurar su buen funcionamiento. Pero, ¿qué tan fácil es realizar este mantenimiento? De nada sirve conocer todos los procesos, tener todo el material a mano si existe alguna dificultad para acceder al equipo para su mantenimiento. Esto se define por la mantenibilidad.
La mantenibilidad es definida como “la capacidad de un elemento de ser mantenido o reemplazado en condiciones de desempeñar las funciones requeridas, en condiciones específicas de uso, cuando el mantenimiento se realiza en condiciones específicas y a través de procedimientos y medios prescritos”. Podemos entender cómo la característica de un equipo o instalación permite una mayor o menor facilidad en la ejecución de los servicios de mantenimiento.
Pero quizás esté pensando, ¿cuál es la diferencia entre mantenimiento y mantenibilidad? De hecho, el mantenimiento es un componente de la mantenibilidad, ya que se refiere a todas las actividades que se realizan para que un equipo o sistema funcione. La mantenibilidad, por otro lado, es un indicador que considera las condiciones y el tiempo para reparar el equipo. Puede estar relacionado con la ingeniería de mantenimiento ya que puede considerarse en proyectos para facilitar el mantenimiento de los activos.
Objetivos de la mantenibilidad
La mantenibilidad está íntimamente ligada al diseño de los equipos y de la planta industrial. Podemos enumerar que la mantenibilidad tiene los siguientes objetivos:
- Reducción del tiempo previsto para el mantenimiento y, consecuentemente, de los costos, a través de modificaciones en el proyecto para este fin;
- Usar datos de mantenibilidad para estimar la disponibilidad;
- Reducción del tiempo de inactividad (downtime) y consecuente aumento de la productividad;
- Mejora en el mantenimiento a través de la mejora de procesos, entre otros.
Podemos decir que la confiabilidad y la mantenibilidad van de la mano para garantizar la disponibilidad de los equipos. La disponibilidad relacionada con la operatividad de los equipos garantizará la máxima productividad de una organización. Para que esto sea posible, es necesario involucrar a las áreas vinculadas a la producción, desde el proyecto básico.
Etapas de la mantenibilidad
Existen varios tipos de mantenimiento, algunos más comunes y utilizados como mantenimiento correctivo, preventivo y predictivo. La mantenibilidad entra como una estrategia para permitir la optimización del mantenimiento y se puede dividir en 6 pasos que veremos a continuación:
- Procedimiento: aquí es donde comienza todo el proceso de planificación del método. En este momento se piensa, crea y analiza para definir la mejor estrategia a aplicar;
- Desarrollo: después de planificar los procedimientos, es hora de definir en detalle cómo será el desarrollo. Esto implica definir las habilidades que se necesitarán para la práctica;
- Información: en esta etapa se transmite al equipo la forma en que se realizarán los procedimientos;
- Anticipación: ahora es el momento de prever posibles fallas y escenarios que pueden ocurrir. Con esto es posible crear estrategias preventivas para el mantenimiento;
- Capacitación: la capacitación de los operadores se realiza en esta etapa para garantizar que todos tengan las habilidades necesarias para realizar los servicios;
- Repetición: al ser un ciclo, es importante realizar todos los pasos para todos los activos de la organización. Con la repetición y la rutina de las actividades, la posibilidad de que se repitan los errores será menor.
El uso de la mantenibilidad ayuda en la mejora continua de los procesos de mantenimiento en las empresas. Permite conocer los problemas a los que se enfrenta el sector del mantenimiento para que no se repitan los mismos errores. Como indicador de resultados, permite al gestor trabajar estratégicamente para asegurar la disponibilidad de los equipos.
¿Cómo medir la mantenibilidad?
Ya hemos visto hasta ahora que la mantenibilidad es un indicador muy importante que demuestra el grado de dificultad de las acciones de mantenimiento y por lo tanto debe ser monitoreado de cerca. Por lo tanto, medir o aumentar la mantenibilidad es parte de la rutina de los gestores preocupados por mantener la competitividad de su negocio.
Hay varias formas de calcular la mantenibilidad. Se puede calcular mediante los indicadores:
- Tasa de reparación instantánea: indica cómo es el tiempo de la reparación y la probabilidad de que el equipo sea reparado en el período de tiempo indicado;
- Tasa promedio de reparación: se relaciona con la reparación instantánea, relacionando el promedio de reparaciones que se realizan en un determinado período de tiempo;
- Tiempo promedio de reparación – MTTR: indica el tiempo necesario para reparar un equipo.
Si el tiempo promedio de reparación es alto, puede indicar que existe alguna dificultad para realizar las actividades de mantenimiento, lo que concluye que la mantenibilidad de este equipo está perjudicada.
La importancia de la mantenibilidad
Imagine un escenario en el que cierto equipo falla con cierta frecuencia y las condiciones para repararlo no son buenas. Esto conducirá a la pérdida de productividad y al aumento de los gastos. En este caso, es necesario crear estrategias y generar cambios en el ambiente laboral para superar los obstáculos.
La mantenibilidad actúa para facilitar los procesos de mantenimiento para que el rendimiento de los equipos no se vea afectado. Así, ayuda a reducir costos, reducir tiempos de mantenimiento, entre varios otros beneficios que influirán en el éxito de su negocio.
Es interesante que los cálculos de mantenibilidad se realicen mediante software de gestión, para garantizar la confiabilidad de los datos y un control más asertivo en base a informes de gestión específicos. ¡Cuenta con un software de gestión especializado para que tus gestores tengan todos los datos cruciales para la toma de decisiones siempre a mano! Conozca Engeman®, el software experto en gestión de mantenimiento más flexible del mercado.
