¿Cómo realizar una gestión de activos y un mantenimiento confiable?

¿Por qué es importante una buena gestión de activos y mantenimiento?

Un activo se caracteriza como cualquier objeto, tangible o intangible, que una organización puede controlar. En este sentido, la gestión de activos no es más que la actividad que produce su valor, involucrando los riesgos, oportunidades, los beneficios de costos y el desempeño que presentan.

Así, controla todo su ciclo de vida, desde su adquisición hasta su descarte. Por eso es tan valioso para una organización, después de todo, puede garantizar la seguridad de los empleados y clientes, así como validar el funcionamiento y la productividad de los sistemas y de los equipos que los operan.

Además, con una buena gestión, se puede mantener el mismo estándar de calidad, lo que facilita dejar a un lado la lógica de la atención correctiva e invertir en la atención preventiva. Esto hace que los resultados de la empresa crezcan considerablemente, mejorando el rendimiento de los equipos y satisfaciendo más fácilmente a los clientes y empleados.

Entonces, ¿hay problemas que se evitan mediante la gestión de activos y el mantenimiento? Si crees que la respuesta es sí, ¡está correcto! A continuación, enumeramos las principales razones para que invierta en esta actitud:

• disminuye las quejas y la pérdida de confianza del consumidor;
• aumenta la calidad de los productos;
• consolida un control de plazo de calidad;
• evita la pérdida de beneficios;
• reduce los costos de reparación de equipos;
• disminuye las tasas de accidentes laborales.

¿Cómo puede la gestión de activos aumentar la seguridad y la productividad?

Como mencionamos, la gestión de activos es fundamental para que la organización pueda rastrear la situación real de los equipos, evaluando la necesidad de asistencia y la calidad de la producción ofrecida. En este sentido, cuando ocurren desviaciones y errores, es mucho más fácil determinar acciones rápidas y puntuales que optimicen la producción.

Esto pone la seguridad del equipo en primer lugar, lo que permite a los empleados sentirse seguros en el desempeño de su trabajo. Como resultado, tenemos grupos que trabajan con motivación y se animan positivamente a desarrollar su productividad y proactividad.

Además, cuando el mantenimiento está actualizado, es común que las fallas demoren en aparecer, evitando incidentes relacionados con la seguridad y aumentando la eficiencia de los equipos. Es genial: en lugar de que los empleados centren sus esfuerzos en mantener los instrumentos en funcionamiento, su atención está dirigida a hacer prosperar el negocio.

Esto, en sí mismo, ya caracteriza una gran determinación y motivación que anima al equipo a dar lo mejor de sí mismo, fortaleciendo los valores de la empresa y aumentando su rentabilidad y referencia de mercado. También puedes:

• reducir la interrupción de la producción;
• reducir los retrasos en las entregas, ya que se controlan los plazos y se pueden predecir las fallas de los equipos;
• evitar la insatisfacción del cliente y la pérdida de mercado.

¿Cuál es la relación entre mantenimiento y confiabilidad?

Hasta ahora, has podido ver que la gestión de activos y mantenimiento es fundamental para garantizar la eficiencia del trabajo. ¿Sabías que esa efectividad está directamente relacionada con la confiabilidad? Bueno, pensemos juntos: siguiendo los resultados de los activos, investigando la necesidad de asistencia y elaborando planes de acción, puede encontrar tasas de fallas y confiabilidad.

Así, es mucho más fácil desarrollar gráficos e informes que ayuden a los gestores en la planificación del mantenimiento en base a la definición de objetivos específicos. Esto permite la mejora de otros índices, como la probabilidad de fallas. De esta forma, es posible identificar el correcto funcionamiento de equipos y sistemas, alcanzando la máxima eficiencia de la organización.

¿Existe una relación entre el mantenimiento y la probabilidad de fallas?

En el último punto, explicamos que el control de activos proporciona una excelente confiabilidad de los equipos. Al identificar la situación en la que se encuentran, establecer un límite de seguridad de acuerdo con la normativa y evaluar la frecuencia de los ajustes, es posible percibir la probabilidad de fallas que presenta.

En otras palabras, cuando conoces el historial del activo, es mucho más fácil identificar qué se debe modificar y ajustar para garantizar la seguridad de los empleados y, por supuesto, la rentabilidad de la empresa. De esta forma, transforma la lógica del mantenimiento: en lugar de invertir en correctivo, que retrasa la producción y reduce la eficiencia de la organización, desarrolla el predictivo y preventivo.

Por eso es inevitable hablar de gestión de activos sin relacionarlo con la probabilidad de fallo. Con un buen control, reduces los costos de la organización con reparaciones del sistema, aumenta su vida útil, involucra a los empleados y fomenta los registros de mantenimiento.

Entonces, ¿cómo hacer una gestión de activos y mantenimiento confiable?

Hasta ahora, hemos explicado los principales beneficios de tener una buena gestión de activos. Pero, después de todo, ¿cómo es posible hacer un control de calidad para aumentar la confiabilidad de los equipos y optimizar la predicción de fallas? Bueno, el primer paso es evaluar los indicadores y el historial de asistencia presentes en los sistemas. 

Incluso si los datos no están organizados, realizar un seguimiento de todo lo que ya se ha hecho marca una gran diferencia en la implementación de la gestión de la calidad. Al final, puede identificar los errores más comunes, ayudando a producir un plan estratégico para intervenciones preventivas.

Por eso decimos que la confiabilidad y el mantenimiento solo funcionan correctamente cuando los gestores tienen acceso a informaciones actualizadas y constantes sobre los equipos y el compromiso de los empleados. Para ello, es necesario realizar algunas acciones que orienten la planificación estratégica:

• evaluar el estado de todos sus activos;
• elaborar una matriz de criticidad para cada uno, definiendo prioridades para el programa de asistencia preventiva;
• desarrollar un programa de mantenimiento preventivo;
• documentar todas las acciones hechas en este programa;
• programar los servicios de forma automática y optimizada;
• desarrollar una base de datos de activos, con sus informaciones técnicas para monitorear los servicios prestados;
• invertir en herramientas de calidad, procesos y gestión.

Software de gestión de activos

Para terminar, no podíamos dejar de hablar de softwares de gestión, como Engeman®. Ayuda a los supervisores en el desarrollo de asistencias de calidad, haciendo posible y funcional el seguimiento de los programas definidos, así como la criticidad de los equipos y documentación de las acciones realizadas.

¿Ve cómo la gestión de activos y mantenimiento brinda excelentes resultados para su empresa? Además de asegurar la eficiencia de los equipos, permite el control de calidad de los productos y servicios ofrecidos y aporta más seguridad a los equipos que tratan directamente con los sistemas de la organización. Como resultado, tienes un negocio optimizado, productivo y rentable.

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